LA RADIO Y EL EMPODERAMIENTO SOCIAL PARA LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD.
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Es un hecho que, en el espectro de radios existentes en la entidad oaxaqueña (publica, comercial o comunitarias), hay una limitada presencia de las personas con algún tipo de discapacidad en los medios y frente a una representación social en ocasiones desajustada de esta otra realidad. Hasta el momento se desconoce si en la radiofonía de la entidad, existan además programas que apoyen y el empoderamiento de las personas con discapacidad. A excepción del programa “Inclusión” que se ha trasmitido por Radio Faisán 98.1 FM, medio educativo social y cultural que se ubica en la ciudad de Huajuapan de León, y que está bajo la denominación de radio comunitaria dentro de la clasificación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), y que No goza del permiso respectivo, es un espacio de convergencia inclusiva. La radio tiene un claro poder para visibilizar las existencias ocultas. Es también una herramienta para empoderar a sus participantes y un potente agente alfabetizador mediático: educar en los medios desde una visión crítica e incluyente. La radio está hecha para el servicio social: informar, entretener, formar e intervenir socialmente en aquellos sectores vulnerables. En las grandes cadenas de radio apenas se ocupan de la temática de la discapacidad. Todas las modalidades de radios (publicas, comerciales o comunitarias) existentes en la entidad dan prioridad a barras programáticas de entretenimiento y al rescate y difusión de la cultura, excluyendo a sectores como el de las personas con discapacidad. Se observa que la presencia de programas o secciones de programas en las grandes cadenas de radio a nivel estatal o nacional es aún marginal estos temas. Tan sólo la radio pública dispone de espacios específicos como la equidad de género y programan “música del recuerdo” con el fin de atender al sector de las personas adultas mayores. Debido al poco peso poblacional y por constituir un grupo humano heterogéneo es constante su exclusión social, el colectivo de personas con discapacidad deberían merecer una mayor exposición pública a través de la radio pública (del gobierno), las comerciales y comunitarias. Hay que señalar, la radio, como universo de sensaciones, tiene sus propios códigos de funcionamiento. La radio no reproduce la realidad, no es un espejo. No es su labor. La radio recrea lo que percibe en su entorno, transforma lo vivido y experimentado en una realidad distinta, influida por las limitaciones del hombre y su siempre restringida capacidad para comunicar, así como por la técnica, que ejerce como herramienta de mediación. Por ejemplo, los modelos fundamentales de la radio en la Ciudad de Huajuapan de León, son una combinación de radio informativa y de entretenimiento y la radio de entretenimiento musical. De las cuales se pueden distinguir, en general, dos conceptos de radio. La llamada radio generalista que se organiza alrededor de una parrilla estructurada en programas. La información es un elemento unificador y transversal. Este concepto de “radio” sin formación real y veraz, y carente de comunicación, ofrece al oyente una comunicación de entretenimiento. Otra idea sería el modelo intelectual o informativo que tiene como propósito de hacer partícipe al radioescucha el discurrir del entorno sociocultural del que forman parte tanto él como la emisora (Moreno, 2005, p. 66). La programación radiofónica de las radios que se ubican en la Ciudad de Huajuapan de León siguen ancladas en la estandarización de contenidos sensacionalistas, de entretenimiento y de seudo opinión. Se caracterizan por la homogeneización de espacios dentro de las parrillas horarias de música sin un sentido y género claro. Ósea se pone música como si fuera una Gran Rockola que complace los gustos a sus oyentes. La información, la información/entretenimiento, los seudos programas de noticias, y la programación musical Rockolera con música de grupos del género musical de moda, piensan los que hacen y tienen una radio que eso es hacer radio. Es decir, todas caen en las llamadas radios convencionales. Los medios alternativos, comunitarios, ciudadanos, educativos o como se les quiera llamar, vienen hacer un tercer sector dentro del espectro de la comunicación radiofónica que la literatura científica coincide a la hora de caracterizarlas debido a la función social que tienen como uno de los rasgos más sobresalientes de las mismas, tal vez el diferenciador, entre las radios públicas o de gobierno y las comerciales es el compromiso con los diferentes sectores marginados de la sociedad para hablar y hacerse escuchar. Es, en síntesis, la radio es un proyecto político, pero no partidario, asume compromisos y pretende transformar la realidad cercana. Promueve iniciativas de participación ciudadana y comunitaria implicándose en los procesos de una manera claramente activa (Gasparello,2011). Las radios comunitarias producen espacios en los que tienen cabida sectores de la sociedad en constante riesgo de exclusión social, como el de las personas con discapacidad. En ellas, no en todas, se abordan temas alejados de la agenda informativa habitual de los medios de comunicación del gobierno y comerciales. Para Meda (2012), la presencia de personas con discapacidad en la radio debe tender a la normalización y aceptación de ellas en los espacios de las gentes “normales”. Este autor defiende, así, que este sector de la población no sólo debe tener sus programas específicos, sino que sus voces deben aparecer en el conjunto de la programación. Las personas que tienen una discapacidad intelectual, por ejemplo, deberían participar en programas de radio con otras personas “normales”, y no estar hablando de su cuestión personal, sino que tienen las mismas preocupaciones que cualquier otro ciudadano (a). Las personas con discapacidad pueden dar y leer noticias de actualidad, comentar algunos sucesos que acontezcan en la calle desde su muy particular punto de vista, exponer libros, programar música, entre otras actividades. Cada uno de ellos o ellas puede realizar un sinfín de actividades a su ritmo, y dentro de sus posibilidades, es sorprendente que las preocupaciones y el mirar hacia el futuro de las personas con discapacidad sean muy similares al resto de las personas. Y la radio puede ser el espacio que empodere y contribuya a su autonomía y autorrealización. Para ello, las radios en general, pueden contribuir a desarrollar talleres que apuntalen esos deseos que poseen las personas con discapacidad, estos espacios auxilian a otras potencialidades que las personas con discapacidad aun tienen. Haciéndolos seres productivos y autónomos. En resumen, la presencia de programas radiofónicos, que busquen generar inclusión de personas con discapacidad como radialistas o personal operativo, como la promoción de talleres destinados a este sector de la población en las radios en general, evitará la marginación de este sector social.
Referencias.
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